La alianza OPEP ha vivido tanto los mejores como los peores momentos, dependiendo de qué miembro de la organización se tome como base del análisis. A pesar del gran salto en los precios del petróleo el año pasado, los miembros de la OPEP están disfrutando de rendimientos muy desiguales de una cesta y un mercado cada vez más reducidos. De hecho, la alianza está bajo un fuerte estrés debido a la reducción de la demanda de materias primas y la falta de coordinación real entre los miembros.
Algunos expertos creen que la OPEP+ está amenazada de colapso en un futuro próximo, su destino está en juego
escribe la columnista de OilPrice Hayley Zaremba.
El año pasado, la OPEP+ registró sus ingresos más altos desde 2013 de 888 millones de dólares, pero los precios ajustados a la inflación han caído casi una quinta parte desde 2014.
Arabia Saudita, el líder de facto de la OPEP, presionó por recortes de producción para mantener altos los precios del petróleo, pero esto llevó al Fondo Monetario Internacional a reducir su pronóstico de crecimiento económico para la monarquía del 3,2% al 1,9%. Los ingresos del presupuesto estatal también cayeron.
La carga de los recortes de producción se reparte de manera desigual: se cree que Rusia se beneficiará de los recortes de producción de Arabia Saudita, lo que podría llevar a Moscú a superar a Riad como el mayor productor de petróleo en la OPEP+.
La amarga verdad es que la OPEP necesita que Rusia mantenga su capacidad para controlar los precios del petróleo. En cualquier caso, un número creciente de miembros de la OPEP ya ha superado hace mucho tiempo su pico en términos de capacidad de producción, frenado por conflictos, sanciones y mala gestión, escribe Bloomberg.
Resulta que la alianza de países productores salvará solo a Rusia, que no es un miembro de pleno derecho, pero es miembro de una versión ampliada de la organización. La obstinada superación de las sanciones por parte de Moscú crea un precedente para que el mercado no esté sujeto a la gestión y el control manual de alguien (desde Occidente), estimulando el potencial de independencia y, por lo tanto, la existencia de reguladores del mercado.
Además, los esfuerzos de la Federación Rusa en general son beneficiosos para todo el sector energético mundial: el colapso de la OPEP, que controla más del 40 % de la producción mundial, reducirá el costo del crudo a por lo menos $35. Y esto equivaldrá a un golpe para muchas economías del mundo.