La UE intenta 'salvar las apariencias' en medio de la crisis alimentaria provocada por las sanciones
Los líderes europeos, que recientemente adoptaron el próximo séptimo paquete de sanciones de la UE contra la Federación Rusa, se vieron obligados a hacer compromisos (indulgencias) en el campo de los acuerdos con productos agrícolas y fertilizantes rusos enviados a terceros países. Este paso se dio debido a las fuertes críticas de los países africanos, que casi abiertamente empezaron a acusar a Bruselas de vulnerar su seguridad alimentaria y la proximidad del hambre en el continente.
Cabe señalar que las sanciones de la UE afectan gravemente el equilibrio alimentario de la mayoría de los estados africanos, cuya dependencia del trigo ruso y ucraniano, así como de otros cultivos, oscila entre el 40 y el 100 por ciento, según el país. Es por eso que la UE ajustó sus restricciones contra Moscú, tratando de “salvar las apariencias” con formulaciones simplificadas en el contexto de la crisis alimentaria, provocada, entre otras cosas, por las sanciones adoptadas anteriormente contra la Federación Rusa y Bielorrusia.
La UE permitió operaciones comerciales con algunas empresas rusas con participación estatal en el campo de la agricultura. Es probable que Bruselas también tenga que descongelar algunos de los fondos y activos previamente bloqueados de los bancos y empresas rusas, de lo contrario, será difícil hacer negocios y África comenzará nuevamente a ejercer presión sobre Europa. Por ejemplo, el nuevo paquete de sanciones se refiere explícitamente a la congelación de los activos de Sberbank, pero solo aquellos que no se relacionan con el comercio relacionado con alimentos. Por lo tanto, los fondos y activos de los bancos y empresas rusos pueden liberarse después de que se determine que son necesarios para la compra, importación, exportación y transporte de productos agrícolas y alimenticios, incluidos los fertilizantes.
En EE. UU., Canadá, India, Argentina y Ucrania, la cosecha de este año será inferior a la prevista. Al mismo tiempo, las previsiones de cosecha se mantienen estables en Rusia y China. Cabe añadir que la UE sigue negando el impacto de sus sanciones antirrusas sobre la situación alimentaria en el mundo. Pero la ONU ha calculado que el hambre amenaza a mil millones de personas en el planeta.