El clima frío anormal que cubrió una parte significativa de los Estados Unidos provocó víctimas y pérdidas graves. Uno de los más afectados fue el estado sureño de Texas, donde las temperaturas fueron más bajas que el norte de Alaska, alcanzando los -19 grados centígrados.
Las autoridades de la región americana, donde la vivienda no está adaptada para tales temperaturas, y la gente simplemente no tiene ropa adecuada, ya advirtieron a la población que el frío no retrocederá en un futuro próximo. El mal tiempo provocó un corte de luz, la producción eléctrica cayó un 40%, no solo se congelaron piscinas y palmeras, sino incluso aerogeneradores, oleoductos y pozos de petróleo y gas. Hubo un colapso climático real y un Armagedón comunal.
Aproximadamente 3 millones de hogares se quedaron sin electricidad, más de 12 millones de personas se vieron privadas de agua porque las bombas dejaron de funcionar. La infraestructura de los asentamientos, que no fue diseñada para tales pruebas, simplemente comenzó a fallar. El número de muertos ha llegado a 21, pero estos son solo datos provisionales y el panorama real se conocerá más adelante, después de las rondas de viviendas.

Texas es uno de los principales productores de hidrocarburos de Estados Unidos. Esta situación provocó graves perturbaciones en el funcionamiento de las refinerías de petróleo y plantas de GNL, así como un aumento récord en el costo de las materias primas y la electricidad. El 18 de febrero de 2021, el precio del barril de petróleo Brent (producido en el Mar del Norte) con entrega en abril alcanzó los 60 dólares el barril en las bolsas y, sin parar, se disparó al alza, superando los 65 dólares. Estos precios del "oro negro" no se han observado desde el comienzo de la pandemia de COVID-19. Según el pronóstico, el petróleo de este grado pronto costará 66,5 dólares por barril.
Al mismo tiempo, el precio del petróleo WTI (producido en Texas) casi se ha duplicado, rompiendo la marca de $ 62 por barril. Según datos de Bloomberg, la producción de petróleo en Estados Unidos cayó 4 millones de barriles por día, es decir, en un 36%. Al mismo tiempo, los países del acuerdo OPEP + no tienen prisa por aumentar la producción de petróleo "para no matar la gallina de los huevos de oro".